CogniFit - Juego mental: Sudoku

Juego mental “Sudoku”: ¿En qué consiste?

Sudoku es un juego de entrenamiento cerebral. Para avanzar en el juego, tendremos que rellenar los huecos con los números correspondientes, de forma que no se repitan en una misma fila, columna o sub-cuadrículas. No obstante, según aumente el nivel de complejidad de este juego de entrenamiento mental, las exigencias cognitivas serán mayores.

La dificultad de este juego mental se va adaptando a medida que vamos entrenando. Sudoku es un recurso científico diseñado para medir continuamente nuestro desempeño y regular de manera automática la complejidad de las tareas, optimizando así nuestro entrenamiento cognitivo. El juego mental Sudoku ha sido perfeccionado para que niños, adultos y mayores entrenen y estimulen capacidades cognitivas esenciales.

¿Cómo mejora el juego mental “Sudoku” nuestras habilidades cognitivas?

Al entrenar el cerebro con juegos mentales como Sudoku se estimula un determinado patrón de activación neuronal. La repetición de ese patrón a través del entrenamiento puede ayudar a fomentar la creación de nuevas sinapsis y circuitos neuronales capaces de reorganizar y recuperar funciones cognitivas más débiles o dañadas.

El juego mental Sudoku, ha sido concebido para estimular el potencial adaptativo del sistema nervioso y ayudar al cerebro a reponerse de alteraciones estructurales, trastornos o lesiones donde se ven afectadas nuestras capacidades cognitivas.

• Planificación:Aplicar estrategias puede ayudarnos a despejar los números aún desconocidos, pues a menudo necesitamos resolver primero unas casillas para saber qué número va en un hueco concreto. Esto ocurre así dado que no es lo mismo intentar resolver primero un mismo número en todos los cuadrantes, que empezar por resolver todos los números en un solo cuadrante. Realizar esta actividad durante el desarrollo de este reto mental puede ayudarnos a mejorar nuestra planificación. Favorecer esta capacidad cognitiva es esencial para prever consecuencias futuras y optimizar nuestras actividades, como cuando organizarnos nuestras tareas pendientes en nuestro día a día

• Percepción espacial: Manejar bien los espacios en los cuales introducimos los números es esencial para resolver las pruebas de Sudoku. Nos resultaría imposible realizar estas actividades sin una adecuada percepción espacial. Practicando Sudoku es posible fortalecer esta capacidad cognitiva. Una mejor percepción espacial, nos permite desplazarnos correctamente por nuestro entorno, esencial en nuestro día a día para evitar invadir otros carriles cuando conducimos, por ejemplo.

• Inhibición: Es común confundir o ignorar algún número y responder en la casilla equivocada. Es importante ser capaz de detectar esto a tiempo e inhibir el comportamiento. Nuestro entorno es complejo y está constantemente cambiando y, a menudo, vamos a realizar una acción que no es adecuada para la situación, pues ésta ha cambiado o hemos cometido un error. Es muy importante ser capaces de detenernos a tiempo para evitar estos problemas. Ocurre esto cuando estamos escribiendo un mensaje a un amigo y nos confundimos al teclear, escribiendo por error algo inapropiado. Debemos ser capaces de inhibir la acción de enviar el mensaje para corregirlo a tiempo.

• Memoria fonológica a corto plazo: Tendremos que retener mentalmente los números que queremos colocar en la cuadrícula para responder con rapidez y precisión. Retener los números del sudoku puede facilitar la retención de otra información de nuestro día a día, como algunos elementos de la lista de la compra o un número de teléfono.

• Flexibilidad cognitiva:No es extraño que cometamos algún error rellenando las casillas de Sudoku y que lo detectemos más adelante, cuando no nos cuadren los números. Para solucionar este problema, tendremos que hacer uso de nuestra flexibilidad cognitiva. Si practicamos frecuentemente a Sudoku es posible fortalecer esta capacidad cognitiva. Optimizar nuestra flexibilidad cognitiva nos ayuda a adaptarnos mejor ante imprevistos y corregir nuestras conductas, como cuando corregimos los errores que hemos cometido al redactar un texto o al hacer un trabajo.

• Memoria de trabajo:En este juego tendremos que recordar y manejar los números para encontrar cuál es el que falta en cada casilla, lo que requiere de nuestra memoria de trabajo. Practicando el juego mental Sudoku es posible trabajar esta capacidad cognitiva. Mejorar nuestra memoria de trabajo es importante para manipular de forma eficiente la información que retenemos mentalmente. Por ejemplo, empleamos esta capacidad cognitiva para realizar cálculos matemáticos mentalmente.

• Monitorización:En Sudoku tendremos que asegurarnos de que el número que estamos introduciendo sea correcto y cuadre con el resto, de que estemos teniendo en cuenta todos los números, casillas, filas, columnas y cuadrantes, lo que depende de nuestra monitorización. Practicar esta situación de Sudoku puede ayudarnos a mejorar esta capacidad cognitiva. Tener en buen estado nuestra monitorización nos ayuda a detectar cuándo nos desviamos de nuestro objetivo principal, de forma que supervisemos las actividades de nuestro día a día de manera más ágil.

• Atención focalizada:Debemos centrarnos en cada número y cada hueco presente para averiguar qué número podrá encajar en cada sitio. La atención focalizada, implicada en estos procesos, puede ser entrenada mediante Sudoku. Una buena atención focalizada nos permite atender a lo que se nos dice en clase o centrarnos en la lectura.

• Escaneo visual:Necesitaremos encontrar los huecos y el resto de números de un vistazo. Nuestro escaneo visual es necesario para este fin, y es posible entrenarlo con Sudoku. Fortalecer nuestro escaneo visual nos puede ayudar a encontrar estímulos en nuestro entorno, lo que nos permitiría mejorar a la hora de realizar búsquedas visuales para encontrar señales de tráfico o pasos de peatones.

¿Qué ocurre cuando no entrenamos nuestras capacidades cognitivas?

Nuestro cerebro está diseñado para ahorrar recursos, de modo que tiende a eliminar las conexiones que no se usan. De este modo, si no se emplea normalmente una habilidad cognitiva, el cerebro no aporta recursos para ese patrón de activación neuronal, por lo que se vuelve cada vez más débil. Esto nos vuelve menos hábiles para emplear dicha función cognitiva, haciéndonos menos eficaces en las actividades de nuestro día a día.