CogniFit - Juego mental: Marea peligrosa

Juego mental “Marea peligrosa”: ¿En qué consiste?

Marea peligrosa es un juego de entrenamiento cerebral. Para avanzar en el juego, tendremos que desplazar la barrera para permitir el paso a los objetos que estén en el lado equivocado, e impedir el paso a los que ya están en el sitio correcto. No obstante, según aumente el nivel de complejidad de este juego de entrenamiento mental, las exigencias cognitivas serán mayores.

La dificultad de este juego mental se va adaptando a medida que vamos entrenando. Marea peligrosa es un recurso científico diseñado para medir continuamente nuestro desempeño y regular de manera automática la complejidad de las tareas, optimizando así nuestro entrenamiento cognitivo. El juego mental Marea peligrosa ha sido perfeccionado para que niños, adultos y mayores entrenen y estimulen capacidades cognitivas esenciales.

¿Cómo mejora el juego mental “Marea peligrosa” mis habilidades cognitivas?

Al entrenar el cerebro con juegos mentales como Marea peligrosa se estimula un determinado patrón de activación neuronal. La repetición de ese patrón a través del entrenamiento puede ayudar a fomentar la creación de nuevas sinapsis y circuitos neuronales capaces de reorganizar y recuperar funciones cognitivas más débiles o dañadas.

El juego mental de Marea peligrosa, ha sido concebido para estimular el potencial adaptativo del sistema nervioso y ayudar al cerebro a reponerse de alteraciones estructurales, trastornos o lesiones donde se ven afectadas nuestras capacidades cognitivas.

• Coordinación ojo-mano: Para avanzar de nivel en el juego mental Marea peligrosa debemos percibir correctamente el espacio y los diferentes elementos que aparecen en pantalla, e integrar simultáneamente la información que recibimos de nuestros ojos para guiar a tiempo real el movimiento de nuestra mano. El objetivo que debemos alcanzar en este juego de entrenamiento cerebral es guiar y manejar con máxima precisión el movimiento de la barrera para permitir el paso únicamente a los elementos correctos. Al practicar este ejercicio estamos activando y ejercitando nuestra capacidad óculo motora. Mejorar esta habilidad es fundamental pues la utilizamos para casi todas las actividades de nuestra vida diaria. La coordinación ojo-mano nos permite ejecutar múltiples tareas de forma simultanea y coordinada en base a la información visual que recibimos. Por ejemplo, cuando manipulamos objetos, abrimos una lata o desatornillamos un tirafondo, o cuando practicamos deportes, conducimos un vehículo, escribimos o tecleamos.

• Atención dividida:Para avanzar de nivel en el juego mental Marea peligrosa debemos prestar atención a varios estímulos a la vez. Permitiendo el paso a través de la barrera a los elementos correctos, e impidiendo el paso de los elementos erróneos. Al practicar este ejercicio estamos estimulando y activando nuestra atención dividida. Mejorar esta habilidad cognitiva es fundamental para nuestro día a día pues nos permite procesar diferentes fuentes de información y ejecutar con éxito más de una tarea a la vez. Ayudándonos, por ejemplo, a ser mas eficientes en el ámbito académico, cuando tomamos apuntes a la vez que atendemos a la explicación del profesor, o cuando estamos conduciendo, practicando deportes, o incluso hablando por teléfono mientras cocinamos.

• Atención focalizada: Durante el entrenamiento mental Marea peligrosa, debemos detectar correctamente los objetos que se acercan al centro. Concentrarnos en esta actividad puede ayudarnos a estimular nuestra atención focalizada. Es posible fortalecerla utilizando este juego mental. Mejorar esta capacidad nos facilitará el prestar atención a los estímulos de nuestro entorno, como las personas a nuestro alrededor o las actividades en las que estemos envueltos.

• Percepción visual:Para avanzar de nivel en este juego mental tendremos que identificar correctamente cada objeto que aparece en pantalla y procesar rápidamente toda la información de la que disponemos para saber si su lugar pertenece a un lado u otro de barrera. Al practicar este ejercicio estamos fortaleciendo y estimulando nuestra capacidad de percepción visual. Un buen funcionamiento de esta habilidad cognitiva es fundamental para nuestro día a día, pues nos permite interpretar correctamente la información que llega a nuestros ojos y no perdernos detalles importantes sobre lo que sucede a nuestro alrededor. Utilizamos esta habilidad continuamente para conducir, para aprender cosas nuevas, para dibujar, para practicar cualquier deporte, conducir, desplazarnos, cocinar, etc...

• Percepción espacial:Para avanzar en este juego mental debemos interpretar adecuadamente la posición, forma, tamaño y movimiento de los diferentes estímulos que aparecen en pantalla y guiar la barrera en base a esa información. Al practicar este ejercicio estamos activando y estimulando nuestra capacidad de percepción espacial. Mejorar esta habilidad cognitiva es fundamental para nuestro día a día pues nos permite percibir correctamente nuestro entorno y adelantarnos a los cambios que puedan existir en el espacio. Utilizamos constantemente esta habilidad, por ejemplo, al caminar, cuando nos vestimos, dibujamos, conducimos, practicamos deportes, etc...

• Escaneo visual:Para avanzar en este juego mental tendremos que localizar rápidamente qué elementos se encuentran en lado correcto, en lado erróneo y qué elementos se están aproximando al centro. Al practicar este ejercicio mental estamos activando y estimulando nuestro escaneo visual. Mejorar esta habilidad cognitiva nos permite identificar de forma más eficiente los estímulos relevantes de nuestro entorno para dar con aquello que queremos encontrar de forma rápida y eficaz. Esta habilidad cognitiva tiene un papel muy importante en nuestra vida diaria. Por ejemplo, cuando buscamos objetos o a personas con la mirada. Pero también es fundamental en el mundo deportivo, en la conducción en carretera o en el aprendizaje, pues son actividades que requieren un gran componente visual.

• Inhibición:Si observamos que, al dejar pasar un objeto va a entrar otro que no debe cambiar de lado, debemos inhibir nuestra conducta. Al jugar a Marea peligrosa y ejecutar consistentemente estas acciones, podemos mejorar nuestra inhibición. Esto nos facilitaría dar una respuesta más adecuada cuando, por ejemplo, queremos cambiar de carril y otro coche nos lo impide.

• Monitorización:En Marea peligrosa es muy importante comprobar constantemente si estamos clasificando bien los objetos, así como mantener bajo control las direcciones que tienen todos ellos. Practicando este reto mental, es posible estimular nuestra monitorización. Una buena monitorización nos permite darnos cuenta de si estamos llevando a cabo un buen desempeño de nuestra tarea, y corregir nuestra ejecución, en caso de no obtener los resultados deseados. También nos ayuda a detectar cuándo nos estamos desviando de nuestros objetivos originales en nuestra vida diaria (por ejemplo, si perdemos el hilo durante una exposición).

• Tiempo de reacción:En Marea peligrosa será necesario que reaccionemos a toda prisa si vemos que va a pasar un objeto que no queremos que cambie de lugar. Entrenando con este juego, nos veremos habitualmente en situaciones como estas, lo que puede favorecer nuestro tiempo de reacción. Un buen tiempo de reacción nos ayuda a reducir el tiempo que tardamos en dar respuesta a un estímulo, como cuando esquivamos personas mientras patinamos.

• Estimación:Necesitaremos prever cuándo llegará un objeto a un punto determinado del escenario, si llegará antes que otro, o qué rumbo tomará si choca. Ejercitar esta situación del juego Marea peligrosa puede ayudarnos a mejorar nuestra estimación. Mejorar esta capacidad cognitiva nos da la posibilidad de generar respuestas más precisas y más veloces. Por ejemplo, hacemos uso de nuestra estimación cuando calculamos el tiempo que necesitamos para prepararnos para ir a trabajar.

¿Qué pasa cuando no entreno mis capacidades cognitivas?

Nuestro cerebro está diseñado para ahorrar recursos, de modo que tiende a eliminar las conexiones que no se usan. De este modo, si no se emplea normalmente una habilidad cognitiva, el cerebro no aporta recursos para ese patrón de activación neuronal, por lo que se vuelve cada vez más débil. Esto nos vuelve menos hábiles para emplear dicha función cognitiva, haciéndonos menos eficaces en las actividades de nuestro día a día.