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Juego mental: Corre carriles
Juego mental de entrenamiento cognitivo
Juega online a "Corre carriles" y potencia tus habilidades cognitivas
Accede a este recurso científico de entrenamiento cerebral
Reta a tu cerebro
Corre carriles es un juego de entrenamiento cerebral. Para avanzar en el juego, tendremos que adelantar al mayor número de vehículos cambiándonos de carril, evitando provocar accidentes. No obstante, según aumente el nivel de complejidad de este juego de entrenamiento mental, las exigencias cognitivas serán mayores.
La dificultad de este juego mental se va adaptando a medida que vamos entrenando. Corre carriles es un recurso científico diseñado para medir continuamente nuestro desempeño y regular de manera automática la complejidad de las tareas, optimizando así nuestro entrenamiento cognitivo. El juego mental Corre carriles ha sido perfeccionado para que niños, adultos y mayores entrenen y estimulen capacidades cognitivas esenciales.
¿Cómo mejora el juego mental "Corre carriles" mis habilidades cognitivas?
Al entrenar el cerebro con juegos mentales como Corre carriles se estimula un determinado patrón de activación neuronal. La repetición de ese patrón a través del entrenamiento puede ayudar a fomentar la creación de nuevas sinapsis y circuitos neuronales capaces de reorganizar y recuperar funciones cognitivas más débiles o dañadas.
El juego mental Corre carriles, ha sido concebido para estimular el potencial adaptativo del sistema nervioso y ayudar al cerebro reponerse de alteraciones estructurales, trastornos o lesiones donde se ven afectadas nuestras capacidades cognitivas.
1ª SEMANA
2ª SEMANA
3ª SEMANA
Conexiones Neuronales CogniFit
¿Qué habilidades cognitivas puedo entrenar con el juego mental "Corre carriles"?
Las habilidades cognitivas que estimulamos con este juego para entrenar la mente son:
- Flexibilidad cognitiva:Para avanzar en este juego mental tendremos que regular la velocidad de nuestro vehículo y cambiar de carril continuamente para evitar colisiones. Al realizar este ejercicio activamos y estimulamos nuestra flexibilidad cognitiva. Mejorar esta importante habilidad nos ayuda a adaptarnos eficientemente a una situación cambiante. Permitiéndonos, por ejemplo, ajustar nuestra conducción a las necesidades de la carretera y a los cambios que puedan surgir en nuestro itinerario.
- Estimación:Este juego requiere que calculemos mentalmente la distancia existente entre nuestra posición y otros vehículos que van apareciendo en pantalla. Debemos estimar la velocidad, movimiento y tiempo que transcurre entre dos sucesos para saber cuando cambiarnos de carril de manera segura. Al practicar este ejercicio estimulamos y fortalecemos nuestra capacidad de estimación. Mejorar esta habilidad cognitiva nos permite anticiparnos y reaccionar con mayor rapidez y control en diferentes ámbitos de nuestro día a día.
- Tiempo de reacción:Este juego mental ha sido diseñado para poner a prueba nuestra capacidad de procesar estímulos y reaccionar a ellos. Para evitar colisiones tendremos que evitar obstáculos, reaccionar a imprevistos y afinar al máximo nuestros reflejos. Al practicar este ejercicio estimulamos y entrenamos nuestro tiempo de respuesta. Mejorar esta importante habilidad cognitiva nos permite responder de forma más ágil y eficiente a múltiples situaciones de nuestra vida diaria. Tener buenos reflejos puede, por ejemplo, salvarnos de muchos accidentes.
Otras capacidades cognitivas relevantes son:
- Monitorización:Para avanzar de nivel tendremos que aprender de los errores que hemos cometido en el juego y ajustar nuestra conducta y desempeño. Adelantar al mayor número de vehículos sin provocar colisiones requiere que tomemos rápidamente numerosas decisiones. Debemos evaluar mentalmente las posibilidades y escoger en cada caso si es más conveniente reducir la velocidad, o por el contrario, debemos arriesgarnos y acelerar. Al practicar este ejercicio mental estamos activando y estimulando nuestra capacidad de monitorización. Mejorar esta importante habilidad cognitiva nos permite comprender de forma más eficiente si la estrategia que estamos llevando a cabo para lograr nuestros objetivos es la adecuada. Y nos ayuda a adaptar nuestra conducta a las nuevas circunstancias.
- Coordinación ojo-mano:Este juego mental requiere que integremos la información que recogen nuestros ojos y guiemos simultáneamente el movimiento de nuestras manos. Para avanzar en el juego, tendremos que pulsar las teclas adecuadas que nos permitan cambiarnos de carril y evitar la colisión. Al practicar este ejercicio estamos activando y fortaleciendo nuestra coordinación óculo-manual. Mejorar esta importante habilidad cognitiva nos permite incrementar nuestra destreza en múltiples actividades de nuestro día a día que requieren precisión a la hora de guiar y corregir nuestros movimientos. Como por ejemplo, cuando tenemos que cambiar de marcha en la conducción o teclear en el móvil sin cometer errores.
- Atención focalizada:Este juego mental pone a prueba nuestra capacidad de atención. Para avanzar de nivel debemos concentrarnos en la nueva información que va apareciendo en pantalla para ser capaces de ignorar aspectos irrelevantes y reaccionar a los estímulos relevantes dándoles prioridad. Al practicar este ejercicio cerebral estamos activando y estimulando nuestra atención focalizada. Mejorar esta importante habilidad cognitiva nos permitiría tener un mayor control en nuestras actividades del día a día y reaccionar de forma más eficiente y controlada a la demandas del ambiente o tareas que vamos a realizar. Permitiéndonos, por ejemplo, detectar coches o imperfecciones en nuestro camino.
- Inhibición:Este juego cerebral requiere que controlemos nuestras respuestas impulsivas o automáticas. Si estamos adelantando y aparece un nuevo obstáculo deberemos desacelerar, desistir en el adelantamiento e inhibir el plan de acción establecido para generar otra respuesta más razonada y adaptada a la situación. Al practicar este ejercicio mental estamos estimulando y fortaleciendo nuestro control inhibitorio. Mejorar esta habilidad cognitiva puede ayudarnos a autorregular nuestro comportamiento y controlar nuestra impulsividad. Por ejemplo, cuando callamos algo que pensamos es mejor no decir, o conseguimos mantenernos atentos a las tareas del colegio o trabajo, en vez de mirar el móvil o levantarnos de la silla.
- Percepción espacial:Este juego mental requiere que calculemos de manera precisa la distancia, tamaño y forma de los diferentes obstáculos que aparecen en pantalla. Para realizar un adelantamiento sin colisionar debemos comprender la ubicación de los estímulos y anticiparnos a los cambios que se produzcan en ellos. Practicar este ejercicio cerebral nos ayuda a crear nuevas sinapsis y mielinizar circuitos neuronales capaces de recuperar u organizar la función de nuestra percepción espacial. Mejorar esta importante habilidad cognitiva nos permite desarrollar una mayor conciencia de la ubicación de las cosas que nos rodean. Ayudándonos, por ejemplo, a desplazarnos eficientemente por nuestro entorno sin tropezar con obstáculos.
- Escaneo visual: Este juego mental pone a prueba nuestra capacidad de detectar y reconocer estímulos visuales. Para avanzar de nivel tendremos que ser capaces de detectar tramos libres de carretera y cambiar nuestra ubicación para no colisionar con los obstáculos que aparecen en pantalla. Al realizar este ejercicio cerebral estamos activando y estimulando nuestra capacidad de rastreo visual. Mejorar esta habilidad cognitiva nos permite dar con aquello que queremos encontrar con la mirada, ayudándonos por ejemplo, a encontrar una palabra en un documento escrito, detectar las señales de tráfico, o las imperfecciones en la carretera para evitar provocar un accidente grave.
¿Qué pasa cuando no entreno mis capacidades cognitivas?
Nuestro cerebro está diseñado para ahorrar recursos, de modo que tiende a eliminar las conexiones que no se usan. De este modo, si no se emplea normalmente una habilidad cognitiva, el cerebro no aporta recursos para ese patrón de activación neuronal, por lo que se vuelve cada vez más débil. Esto nos vuelve menos hábiles para emplear dicha función cognitiva, haciéndonos menos eficaces en las actividades de nuestro día a día.